domingo, 18 de julio de 2010

La resaca del Mundial (y II). Nueva Zelanda, invicta.

Toca ahora disfrutar al máximo de lo más grande que tiene ganar un Mundial: chotearse de los que no lo han ganado, más cuanto más ridículas hayan sido sus respectivas eliminaciones.

Comenzaremos, por tanto, dándonos el placer de comentar las actuaciones de algunas de esas otras selecciones que, pobres, no son España. Por ejemplo, las dos que cubrieron de gloria al incauto que las colocó como campeona y subcampeona en la Porra.

Batacazo de Fabio Capello al frente de Inglaterra, para alegría y disfrute del resto de regiones de la Gran Bretaña. Aunque el infortunio histórico de los inventores del fútbol en las grandes citas es sólo comparable al de Holanda, o al de los clásicos panibéricos (Portugal y nuestra selección, aunque parece que a nosotros se nos cura), y aunque el equipo que presentaban a la cita, bastante justo en varias posiciones, tampoco daba pie a lanzar las típicas portadas de Marca para niños de teta tipo “vamos a jubilar a…”, esperábamos mucho más del bueno de Fabio y su demostrado saber hacer. Por tanto, no hay excusas.

O sí. No sé.

Distinto es el caso de Italia, cuya filosofía al llegar a este torneo era del tipo “sólo nos queda el nombre, pero con eso tiramos”. Campeona de la anterior edición, en 4 años ha sufrido tal deterioro que no pudo superar el exigente Grupo de la Muerte en que le quiso colocar el destino, con las potentes Paraguay, Nueva Zelanda (la peor selección del Mundial por ranking FIFA y la única que se va sin perder) y Eslovaquia. Estaba claro que si superaba esta criba ganaría el Mundial, pero no pudo ser. La eliminación del país que nos civilizó, o al menos trató de hacerlo, nos entristece doblemente, por un lado como amantes del fútbol con cojones que se practica por aquellas tierras, y por otro porque faltó un solo gol para ver hecha realidad la mítica gesta de pasar de grupo con tres empates, sin ganar un mísero partido. Italia, quién si no, tuvo en sus manos repetir esta utopía, como ya hiciera en el Mundial de Naranjito, el cual terminó llevándose de calle, para mayor fastidio de los amigos de tocar las pelotas más de lo necesario (el jogo bonito ese).

En la Argentina todo parece indicar que Maradona retomará de forma brutal su relación con la droja tras el destrozo a manos de los alemanes (primer rival serio al que se enfrentaban, todo sea dicho), que les metieron 4, cuatro, CUATRO. La amputación de la Mano de Dios, llevada a cabo a plena luz del día, con todo el mundo mirando, hará que sus compatriotas argentinos no se puedan sentar igual en años. Prometemos un video con los goles de Messi en el Mundial, que estará listo en cuanto nos llegue el material para montarlo.

Analicemos, ahora sí, la actuación de España en esta Copa Memorial del Imperio español (miren si no las rondas finales, aquello parecía una suerte de Spanish Commonwealth). Tras la más que previsible derrota inicial frente a Suiza (ya saben, el país que ha hecho del afán de lucro neutral, apolítico, amoral, etc., su hecho diferenciador y principio rector a lo largo de su historia), hemos asistido con emoción a los altruistas sacrificios de varias de nuestras Comunidades Autónomas, las cuales, una tras otra (Honduras, Chile, Portugal, Paraguay, Alemania y Holanda), fueron inmolándose con el fin de que quien tanto les dio (por culo) en su día pudiera, de una vez, ganar un Mundial. Más o menos disimuladamente cumplieron su papel de dejar paso a la Roja las primeras, pero lo de Alemania dejándose ganar fue descarado (tanto que España hizo su mejor partido). Por ello, la FIFA puso firmes a los holandeses y al árbitro de la final, para que no se notara tanto el asunto. Así que la Naranja Psicópata se aplicó durante el partido como un equipo de hombres, lo que dio lugar a muchas hostias y un choque nunca bien encarrilado. Hasta el gol de Gusiluz a pase de Sex Fábregas, en el minuto ciento dieciséis mil, no se llegó a ver claro el asunto. Gol, por cierto, que le contaremos dentro de mucho tiempo a nuestros nietos, cuando tengan que trabajar desde los 9 años para poder sostener nuestro sistema de pensiones. Con eso y con todo, no se me ocurre un equipo que haya merecido más llevarse este Mundial que el nuestro, porque hubiera sido muy injusto que esta Holanda (en el que apenas chispazos de Sjjghjgder y Robben superaban la media) quedara como la mejor Holanda de la historia, por encima de aquel equipo de Cruyff que no vimos jugar pero que por lo que se comenta debió ser el recopetín.

Un etarra en acción. A su izquierda, Xabi Alonso se parte el pecho por su país.

Del Bosque queda de esta forma como mejor técnico español de siempre, el único español que tiene un Mundial (además de lo que ya llevaba ganado de su etapa en El Show de Flo, primera parte), lo que siguiendo la buena lógica patria hará que sea destituido en breve. Viendo la pasión que le pone al tema, no nos extrañaría que cualquier día se descolgara con un “si a mí en realidad no me gusta el fútbol”. Aún así, grande el detalle de sacar a Marchena en el minuto 90 de algunos partidos para que aumente su espectacular e inexplicable racha sin perder con La Roja. Marchena, al que algunos no le perdonamos lo blando que estuvo en la celebración al no crujirle el espinazo a Carlos Latre. Otra vez será.

No olvidamos tampoco la responsabilidad en este logro de Rodríguez Zapatero, el Ministro de Deportes (cargo que asumió en su persona a regañadientes, dado que no encontraba a nadie de su confianza que quisiera desempeñar tamaño marrón, pues todos deseaban cargos más mediáticos y con más posibilidades de derivar en demagogia, como Sanidad o Economía; tampoco creó una Vicepresidencia Novena, de Fútbol), que le consagra, con una Eurocopa y un Mundial, como el mejor gobernante desde que Franco ganara las elecciones del 39, al menos en lo que a pan y circo se refiere.

Ahora da igual que el juego español, aunque las intenciones fuesen siempre buenas, resultase en su mayor parte gris como el bigote de su seleccionador (quitando ráfagas de inspiración, casi siempre provocadas por los huecos que abría en el campo el 9 de España por la Gracia de Dios, cuando era sustituido). Da igual que haya sido el primer Mundial disputado en su totalidad con balones de Nivea. Da igual ser el campeón del mundo con menos goles a favor. Hasta da igual el papel de Tores (Liverpool’s number nine), muy por debajo de lo que de él se esperaba, pero le dejaremos en paz. Da igual que los medios nos hayan ocultado que los arbitrajes fueron bastante comprensivos con la causa hispana en varios momentos (menos los dos últimos partidos). Porque ahora somos campeones del mundo -campeones del mundo-. Y espero que disfruten, pues es posible que no volvamos a vivir algo así hasta dentro de 4 largos años.

En fin, que hasta el próximo Mundial podremos siempre tirar de los titulares para el recuerdo que nos deja este, como aquel “Ghana empata y pierde” en cuartos, o el “Para Guay, España”.

Los McDonald’s están de vacas flacas
ha vencido la tortilla de patatas
en Las Vegas no hay Black Jack
sólo se juega al cinquillo
y la moda es en rojo y amarillo.
lo lo lo lo lo seremos de nuevo un Imperio...


Y la moda es en rojo y amarillo

1 comentario:

  1. "Suiza (ya saben, el país que ha hecho del afán de lucro neutral, apolítico, amoral, etc., su hecho diferenciador y principio rector a lo largo de su historia)"

    Joder que grande, además añado que sus mujeres son unas campesinas muy gordas.

    Gran crónica Mateos.

    Un saludo.

    Pd:Viva SPIAN!!!

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